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AGATHA RUIZ DE LA PRADA

El mundo de Agatha Ruiz de la Prada abarca lo inimaginable, desde sus prendas, pasando por cosas del hogar hasta la ropa para mascotas. Sus iconos más característicos inundan el mercado. Sus últimas colecciones, tanto de mujer como de hombre, han impresionado a la prensa. Y es que su capacidad para sorprender parece ilimitada.

En su colección otoño-invierno 2011-2012 nos presenta a una mujer atrevida y alegre. Entre el negro de la pasarela Agatha nos ha deleitado con una explosión de color a la que nos tiene acostumbrados. Los diseños han seguido en su línea, pero mucho más llevables que lo que hace normalmente.

  

Bajo su nombre “Party light” la colección llega llena de vestidos, poniéndonos a punto para la fiesta. La colección es un cocktail de color y chocantes combinaciones, con su siempre presente corazón, todo impregnado de candidez y con un toque de la constante extravagancia de Agatha.

 

Destacan las prendas entalladas, vestidos y pantalones, toreras, ceñidos jersey  y abrigos cómodos para el día a día.  Encontramos volúmenes desproporcionados, estampados con grafismos de letras, rayas de colores, topos, corazones, combinados con todo tipo de sombreros, tipo borsalino, boinas, casquetes sesenteros, incluso alguno que nos recuerda al pilos griego, o a los gorros frigios de fieltro. 

 

 Sus tocados rebosaban, como siempre, originalidad, en forma de corazón, de dado o de linterna. 

 

Todo lleno de detalles, los complementos van adornados con tubos de luz. Las gafas nos trasladan a los divertidos diseños del swinging London de los años 60.

En cuanto a los tejidos, ha utilizado el algodón, paño de lana, seda, satén, terciopelo, tafetán, Jacquard, telas troqueladas que contrastan con la que va debajo y ganchillos. Hemos visto también prendas con lentejuelas dispuestas de tal modo que se dibujaba la cara de la autora, ideales para brillar en la noche.